No sale chispa del calentador, prueba este truco

Si en el calentador no salta la chispa y no se enciende, lo primero que tendríamos que hacer es no perder los nervios antes de buscar algún tipo de remedio. El problema puede tener una procedencia desconocida, por eso es importante llevar a cabo una inspección exhaustiva para dar con la tecla. El asesoramiento profesional nos ayudaría sin duda a contactar con el foco problemático que explica que no salga la chispa.

El modelo y la marca del calentador también condicionarán mucho las medidas de reparación que tengan que ponerse encima de la mesa. La principal solución a este problema empieza por revisar las distintas partes del calentador. Y es que podría ocurrir que la bujía esté cruzada, o que lo estén sus cables.

Sería recomendable proceder a la limpieza de la bujía, de manera que quede seca y sin ninguna clase de residuos en su tramo blanco; maniobrar con mucha delicadeza con una lija muy fina sobre el electrodo será otra opción a tener en cuenta. Será indispensable revisar bien todo el recorrido de los cables para ver si en algún tramo saltara algún tipo de chispa, de manera que se adelantara a la punta de la bujía.

Limpiar toda la instalación nunca está de más. Deberíamos limpiar la superficie metálica donde se supone que debería saltar la chispa y comprobar que se produce un contacto sin anomalías entre el propio pulsador del encendedor y la carcasa metálica. Tendremos que medir los cables con un tester para corroborar que hay continuidad en ellos. Ojo si la llama que salta es anaranjada o amarilla, porque podría ser peligroso, de ahí que hubiera que sustituir el encendedor.

Podría suceder también que el encendedor piezoeléctrico estuviera mal o dañado (esto tendría lugar en modelos que utilizan un pulsador para dar la chispa). En otro tipo de modelos, habría que prestar atención al triplicador de tensión que se alimenta por medio de pilo, así como al presostato que se encarga de controlar el circuito.

Es difícil dar así de buenas a primera una serie de trucos o de coordenadas básicas para el correcto funcionamiento del calentador o de la caldera. Sin embargo, podríamos señalar alguna otra clave a tener en cuenta a la hora de diagnosticar por qué la chispa no salta. Por ejemplo, no estaría de más echar un vistazo al termopar del calentador de agua, también conocido como sensor de agua.

El termopar se emplea para vigilar el flujo de gas en los calentadores de agua, ya sean en los modelos más modernos y sofisticados con piloto que se enciende de manera automática o en los modelos más antiguos de piloto permanente. Hay que recordar que el termopar está unido al ensamble del quemador del propio piloto y que se conecta a su vez a la válvula de control de gas que se sitúa en la zona exterior del calentador de agua. Aclarado esto, podemos decir que hay veces en las que la razón por la que la chispa del calentador no salta reside en el termopar.

En este caso, deberíamos reemplazar el termopar, para lo que habrá que tener en cuenta la clase de sistema de encendido que tenga el propio calentador; no obstante, habrá que ir hasta el quemador para intervenir en su ensamblaje y dar con el termopar. Estar muy atentos al funcionamiento del quemador también ayudará a descifrar las dificultades técnicas que impiden que salte la chispa.

En los calentadores en los que la chispa salta gracias a la acción de una pila, lo primero que habrá que hacer será vigilar si la pila está bien colocada; lo segundo, cambiar la propia pila por una nueva. El calentador en este caso podrías ser automático, por lo que lo mejor sería intervenir en el termopar. En el caso de que se tratara de un aparato semi – automático, habría tal vez que proceder a desmontar una hélice muy pequeña que se encuentra al lado del compartimento de la pila, la cual se mueve y gira a través de la presión del agua que provoca el encendido; hay ocasiones en las que se cuelan granitos de arena o suciedades que acaban por obstruir el giro de esa hélice diminuto, por lo que resulta muy complicado que la chispa pueda saltar.

Como decíamos más arriba, la solución dependerá mucho del tipo de aparato del que se trate, así como de la marca a la que el propio calentador pertenezca. En función de las características de cada modelo podremos aplicar una serie de trucos o de medidas encaminadas a lograr una solución certera. No obstante, como no podía ser de otra forma, siempre nos queda la opción de solicitar la ayuda de fontaneros, de especialistas o de profesionales cualificados, los cuales sabrán dar con la tecla en un tiempo bastante rápido.

Si no sale agua caliente, deberías mirar si es cal

Si en el hogar no sale agua caliente, deberíamos contemplar diferentes causas del problema. Lo primero será llevar a cabo la comprobación de que sale poco o nada el agua caliente en toda la casa, es decir, en baños, en fregaderos, en duchas, en lavabos, en bidés y en otros grifos. Una vez corroborado que el problema afecta a toda la vivienda, tal vez la cal podría ser el origen del problema.

El caudal de agua fría puede seguir saliendo bien, no tiene nada que ver con que el agua caliente sufra contratiempos o salga en forma de un pequeño hilo o directamente no salga. Y es que hay zonas en las que el agua sale de los grifos con mucha cal, lo que puede ser un foco un tanto problemático; en estas situaciones, lo ideal es ir limpiando los filtros cada cierto tiempo, ya que de lo contrario llegaría el momento en que no saldría agua caliente.

No hay que obviar que el poder de la cal puede lograr incluso que los conductos del agua caliente queden obstruidos; hay veces en que de poco vale que el calentador, el termo o la caldera tengan pasadas todas las revisiones anuales, pues la cal es un enemigo silencioso. Quizá podamos percibir este contratiempo del hogar cuando se escuche un ruido extraño en la propia caldera al abrir el grifo del agua caliente.

En esta tesitura, lo mejor tal vez sería proceder a una descalcificación de la caldera, ya que no bastaría con esmerarse en limpiar y adecentar los filtros. Este proceso se basa en el vaciado de la caldera y en lograr que un líquido eficaz circule por el interior de la propia caldera, de manera que irá desincrustando poco a poco la cal acumulada.

Tenemos que tener muy presente que las labores de descalcificación son complejas y dificultosas, por lo que es difícil que sean afrontadas de manera eficiente por parte del propio usuario. Lo mejor será ponerse en contacto con un profesional que se encargue de completar estos trabajos algo engorrosos. La avería que se habría producido en la caldera tendría un coste aproximado de unos cien euros. El usuario podría afrontar las faenas de reparación él mismo si la caldera tuviera un filtro en la entrada obstruida de agua fría, pues sería algo más asequible de resolver.

Y es que, antes que nada, lo más importante es que sea certero el diagnóstico del problema de por qué no sale agua caliente. Una vez que estemos bien seguros de que la cal es la causante de los males y de que hayamos recibido el asesoramiento técnico más seguro, será cuando podremos empezar a fijar un plan para solucionar el panorama.

Podríamos empezar por una limpieza de tuberías, la cual no estará de más y ayudará en cualquier caso a desatascar los conductos. Hay multitud de empresas dedicadas en cuerpo y alma a completar con éxito los trabajos de extracciones y desatascos de tuberías, por lo que no será ningún problema encontrar ayuda profesional, cualificada y de calidad.

Que la cal se acumule en las tuberías con el paso de los años es algo muy normal, por lo que no debería de extrañarnos que las instalaciones menos nuevas puedan sufrir de estas averías. Otro método para lograr llevar a cabo las faenas de descalcificación sería usar una bomba especial con un producto específico para ir arrancando la cal; lo peor es que será una intervención algo costosa.

También es importante estar seguro al cien por cien de que el problema con la cal afecta a toda la instalación. Ojo, porque, si el problema de que no salga agua caliente afecta sólo a la ducha, podría tratarse de anomalías en los filtros del cartucho mono mando; también el propio mono mando podría encontrarse algo atascado, por lo que el problema con la cal estaría mucho más concentrado y sería mucho más fácil de resolver.

También sería conveniente revisar las válvulas de entrada de agua al cuarto de baño. Poner las miras en el estado en el que se encuentra la membrana del calentador no estaría de más. En cualquier caso, lo que es una realidad es que las tuberías más antiguas empiezan a presentar este tipo de obstrucciones asociadas a la cal. Inspeccionar también la llave de paso del agua caliente al baño sería interesante, ya que a veces puede estar sucia; los desincrustantes y las bombas de limpieza serían de una gran ayuda en este sentido.

De lo que no hay ninguna duda es de que se trataría de una adversidad que no hay que tomar a broma, ya la cal podría afectar a las tuberías, pero también al propio termo, que podría estar por dentro lleno de cal. Se trata de un problema global que requiere de soluciones integrales.

Todo sobre la instalación de calefacción

El tema de la instalación de calefacción no es muy frecuente en conversaciones comunes ya que ninguna persona está pendiente de este asunto hasta el momento en que necesita colocarlo en su hogar.

Como todas las instalaciones, montar un sistema de calefacción tiene que ser realizado por personal calificado, ya que dichas instalaciones deben cumplir ciertas regulaciones y requisitos de seguridad establecidos por la ley.

El personal de instalador de gas Madrid, además de colocar el termostato, la caldera y los radiadores, debe acomodarlos de tal manera que el sistema quede totalmente equilibrado para garantizar la efectividad energética.

¿Quién puede instalar el sistema de calefacción?

Las instalaciones térmicas están reguladas por el R.D. 1027/2007, allí se aprueba el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE).

Dicho código habilita solo a las empresas instaladoras térmicas para colocar, hacer el mantenimiento y reparación de dichas instalaciones de calefacción. La normativa es bastante clara y como clientes lo que debes exigir es que el instalador así  venga o no de una empresa instaladora, tenga la habilitación para realizar su trabajo a nivel nacional. Esto se puede consultar a través de la página web del Ministerio de Industria.

Habitualmente los instaladores son autónomos o vienen de empresas pequeñas, estos casi siempre tienen el aval de fabricantes reconocidos bajo el sello de “instaladores de la marca”.  Para obtener dicho aval los instaladores deben realizar su trabajo perfectamente ya que a los fabricantes les conviene asegurar la calidad de sus equipos y la seriedad de sus profesionales al momento de colocarlos.

El instalador se encarga de todo el sistema, es decir, lleva las tuberías, radiadores, entre otras cosas, ya que él conoce exactamente las piezas, tamaños y herramientas adecuadas a utilizar. Luego de que la instalación haya sido realizada y el equipo esté en buen funcionamiento, el profesional debe iniciar la legalización del trabajo elaborado con una garantía que lo valide.

Recuerda siempre que al finalizar la visita del personal de instalación debes exigir tu factura o garantía.